Tras un sábado discreto en el que se quedó fuera del podio en la sprint, el actual campeón dio un puñetazo encima de la mesa y se impuso de forma incontestable. Pecco Bagnaia se puso al frente del pelotón desde el principio y no dejó la batuta hasta cruzar la meta, con algo más de un segundo de ventaja sobre Brad Binder.

El surafricano estuvo midiéndose en corto en todo momento con Jorge Martín, a quien finalmente ganó la partida por solo seis décimas de margen.

El cuarto puesto fue para Marc Márquez, que en ningún momento se despegó del grupo delantero pero tampoco tuvo nunca a tiro el podio. El multicampeón protagonizó una de las luchas más vistosas de la prueba con Pedro Acosta, que fue de menos a más hasta quedarse fundido y sin gomas.

El murciano circulaba el cuarto a ocho vueltas para el final y concluyó el noveno, muy perjudicado por la degradación de las gomas y, muy probablemente, por la exigencia de las 21 vueltas de las que constó la prueba de MotoGP.

Tras irse largo y facilitar el adelantamiento de Márquez, al de GasGas le fueron superando varios corredores, sin que él pudiera darles réplica. El quinto en cruzar la meta fue Enea Bastianini, que lo hizo por delante de Alex Márquez y de Fabio Di Giannantonio (séptimo). El último en superar al de mazarrón fue Aleix Espargaró (octavo), que en ningún momento estuvo en condiciones de asomar con su Aprilia por el grupo de cabeza.

Tras Acosta terminaron Maverick Viñales (décimo) y Fabio Quartararo (undécimo), que lideró el destacamento de fábricas japonesas. Detrás del Diablo entraron Johann Zarco (12º) y Joan Mir (13º), los dos mejores de entre las Honda, mientras que Alex Rins lo hizo el 16º.